miércoles, 22 de diciembre de 2010

To and get to thinking.

Pleno invierno.
Finales de diciembre.
El frío puede a muchos.
Me incluyo.
Es algo de lo que dependen muchas personas. El poder ser o sentirse reacio a todo. Evitar contacto con los demás por miedo a hacer o recibir daño. El preferir estar solo en el mundo con una guitarra y una idea de vida. Algo sencillo que en algunos momentos te puede llegar a hacer sentir feliz, y otras, incomprendido. Vivir esperando algo. No se sabe el que, pero es algo, que te llama y te persigue en sueños. A veces crees haberlo oído. Y cuando te susurra el recuerdo, retumba en tu cabeza. Tardas días en olvidarte de ese recuerdo dulce, lento y agonizante. Hasta que llega un momento, el momento. Sensación de haber encontrado ese "algo". La felicidad rebosa en todo tu ser, haciéndose notar. Echas a correr en busca de "tu algo". Hasta que la respiración es leve y costosa. Tu cuerpo ha descargado toda la adrenalina escondida por tanto tiempo, entonces, paras. Respiras con profundidad. Piensas. Y rompes a llorar. Lloras con fuerza. Lloras toda esa mierda. Todos esos problemas y momentos de soledad. Salen de tu cuerpo tal y como llegaron. Llorando.
Entonces, ahí es cuando te das cuenta de todo el tiempo malgastado. Todo el tiempo de rompecabezas e inquietudes que vagaban por tu mente han desaparecido.

La perfección es efímera,


los sueños, también.

viernes, 17 de diciembre de 2010

¿Perdona? Esta vez no tienes razón tú, no no, no la tienes, así que dejate las gilipolleces y escuchame.

lunes, 15 de noviembre de 2010

¿Adelante?

Pocas cosas son las que me quedan; poco a poco he ido aparentando una personalidad la cual no soy. ¿Y todo por qué?
Por miedo, diría yo.
Y ahora le digo yo al miedo que gracias, gracias por haberme dejado perder a mucha gente, que gracias por haberme dejado hacer la gilipollas y gracias por haberme dejado perder el tiempo... Ah, se me olvida decirle algo más, gracias, gracias por haberme dejado darme cuenta tan rápido (claro esta que lo digo con sarcasmo).
Pues aparte de lo dicho, ahora digo la última cosa, he aprendido y ahora sé que no, que esto no va a volver a pasar. Prepararos que he vuelto.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Círculo.

Estoy en un círculo en el que siempre hay la misma mierda, y por más que intente salir no puedo. Sólo veo una salida, y es empezar a saber tomar decisiones a saber decir que no, en resumen, a tener más personalidad. A si que para poder salir de este circulo tengo que hacer eso, y me o tomaré como un pequeño reto. A partir de ahora voy a cambiar.

martes, 10 de agosto de 2010

¿Alguna vez miraste una foto de ti mismo y viste a un extraño en el fondo? Te hace pensar cuántos extraños tienen una foto de ti, de cuántos momentos de la vida de otras personas has tomado parte, si fuimos parte de la vida de alguien cuando sus sueños se hicieron realidad, o si estuvimos allí cuando sus sueños murieron. ¿Seguimos intentando aparecer allí, como si de alguna manera estuviésemos destinados a estar allí, o acaso la foto nos tomó por sorpresa? Tan solo piensa, podrías formar gran parte de la vida de otra persona, y ni siquiera saberlo.

lunes, 9 de agosto de 2010

Porque no siempre hay que anteponer lo pesimista a lo optimista, porque las cartas más tristes son las más publicadas, porque parece que escribir sobre las injusticias nos hace más valientes.. Hace tiempo que no leo en esta sección una carta alegre de esas que te hacen sentir bien. Porque a mí me gusta ver el vaso medio lleno. Porque me encanta ir por la calle y ver cómo un niño me devuelve la sonrisa. Porque me siento feliz cada vez que me hacen un regalo sin ser una fecha especial, por sentir que soy importante para alguien. Porque no pienso en lo dura que es la vida para los que han tenido la mala suerte de nacer en un país equivocado, sino que intento poner remedio con actos y no con palabras escritas en una carta para que me la premien. Porque también se llora de alegría, porque también se puede escribir sobre cosas positivas sin temor a que te acusen de ser una persona insensible. Quiero que se premie a la gente positiva, a los que sacan lo mejor de lo peor, a los que reconocen que crecemos en un mundo lleno de dificultades, pero saben que las cosas no se solucionan desde el lamento, a los que ganan un mundial sin jugar la final y a los que ganan un mundial el mismo día que fallece su padre. Porque la vida puede ser maravillosa, y también se puede escribir sobre ello.